lunes, 6 de agosto de 2012

A pocas horas del XI Congreso, se realizó en ATE una conferencia formativa sobre la historia y el presente de la CLATE.

CONGRESO DE LA CLATE

Al borde del comienzo del XI Congreso de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE) que se apresta a deliberar en Buenos Aires entre el miércoles 8 y el viernes 10 de la próxima semana, se realizó en el Anfiteatro "Eva Perón", de ATE, una conferencia a tres voces sobre la CLATE, su historia, su importancia dentro de la realidad internacional, y las claves organizativas y estratégicas del XI Congreso.
Organizado por la Secretaría de Formación de ATE Nacional (a cargo de Graciela Ríos), en conjunto con las secretarías respectivas de ATE Capital (Silvia Bergallo y ATE provincia de Buenos Aires (Mónica D'Elía), el encuentro contó con la participación de numerosos delegados del gremio, que escucharon con atención al titula r de ATE Nacional, Julio Fuentes, al responsable de Relaciones Internacionales de la CTA, Adolfo "Fito" Aguirre y al histórico dirigente de ATE y CTA, Carlos Custer.

La coyuntura internacional


Carlos Custer, Julio Fuentes y Adolfo "Fito" Aguirre.

Fito Aguirre se encargó de hacer un paneo sobre la realidad internacional desde la perspectiva sindical. Expresó de la importancia del tramo que va desde la década del 90 hasta el presente, donde se produjeron grandes cambios internacionales, como el fin de la guerra fría, la caída del Muro de Berlín y otras variantes que modificaron la realidad. "Queda claro que al final de la llamada guerra fría, el ganador fue el que puso las condiciones de cómo se iba a manejar el mundo desde ese momento".  Esto, según el orador, no se dio "por arte de magia, sino que ya estaba anunciado -para el que lo quería ver- en los documentos de Santa Fé I, II, III y IV.
"A partir de ese momento -expresó- la ofensiva del capital generó divisiones tajantes para el relacionamiento en la ecuación Capital-Trabajo, en el que el primero se quedaba con el 78% y al segundo correspondía el 22% de la torta. La regla que impusieron y que aún dura, es la libertad de competencia, que no quería decir ni más ni menos que "matar al otro". Fue un período en que las empresas nacionales fueron cooptadas por las trasnacionales". Como detalle adicional, señaló que sólo la burguesía brasileña logró salvarse de esa arremetida.
En cuanto al presente, Aguirre apuntó que si bien hay gobiernos progresistas en el continente, aún se mantienen los paraísos fiscales (como el de Panamá, o el mantenimiento del secreto bancario en Uruguay), y a los trabajadores estatales se los instala muchas veces bajo políticas similares a las del neoliberalismo. No dejó de recordar que EEUU está en una abierta ofensiva para intentar "salvar al capitalismo", y en el que incluye -como siempre- intervenciones abiertas en diversos países, como el golpe en Honduras y el golpe "suave" o parlamentario que recientemente derrocó a Lugo en Paraguay. Y en el otro andarivel, se refirió a China, donde "más allá de la historia de líderes como Mao Tse Tung, hoy lo cierto es que apuestan a reglas claras de capitalismo y políticas de mercado". Dando más referencias sobre ese país, dijo que "China invierte hoy 75 mil millones de dólares en América Latina", y agregó: "Al contrario de EEUU, China presta y no exige reformas".
Por último, refiriéndose al rol que tienen que jugar la CLATE, puso el énfasis en "garantizar acuerdos globales para golpear al capitalismo". Dio pro sentado que hay dos regiones en el mundo que puede alumbrar acontecimientos importantes para los trabajadores y las fuerzas populares, uno de ellos es América Latina y la otra es Africa. En el primer continente se dan acontecimientos como la revigorización del Mercosur, la creación de la CELAC y otros foros similares, "por lo cual, es el momento en que la CLATE juegue un papel fundamental en la unidad y organización de los trabajadores estatales del continente".

La CLATE, un organismo sindical cargado de historia

A su turno, Carlos Custer recordó que tanto ATE como la CTA están enroladas en once organismos internacionales, lo que habla de la dinámica que le imprimen a ambas entidades, dirigencias que no se encierran sólo en localismos, sino que tienen una perspectiva de mayor amplitud. "El mundo avanza cada vez más hacia un internacionalismo creciente, y allí precisamente es que ls dirigentes sindicales estatales debemos jugar un rol decisivo", dijo Custer. 
Luego hizo un emotivo viaje en el tiempo hasta 1967 en que fue creada la CLATE, hace exactamente 45 años, y en la que participó como fundador, y donde conoció a dirigentes de la talla de Tucapel Jiménez, el sindicalista chileno de la ANEF, que por su coherencia y valentía a la hora de defender las conquistas de sus compañeros, fue asesinado vilmente (incluso llegaron a degollarlo) por los esbirros de la dictadura de Pinochet.
Custer insistió que gran parte de la democratización impuesta en el continente por la movilización y la resistencia popular, "se debe a las luchas sindicales, donde los estatales jugamos un papel muy importante". Y dio ejemplos notorios, como el de los sindicatos chllenos, la experiencia de rebeldía en Argentina, la aparición y el desarrollo de líderes como Lula, en Brasil, o el rol que jugaron los gremios paraguayos contra la dictadura strossnista. 
En lo que hace a la historia de la CLATE, evocó también a los estatales argentinos como Amancio Pafundi (de UPCN) y Héctor Quaglario y Carlos Casinelli, de ATE.
Según Custer, la CLATE  se asienta sobre tres pilares fundamentales: a) la defensa de intereses de los trabajadores estatales, b) el latinoamericanismo, en el que la Confederación ha sido una verdadera precursora, y c) el fortalecimiento de la unidad y pluralidad del sindicalismo. "Cuando nació CLATE, existían varias tendencias muy marcadas, asentadas en el marxismo, la social democracia, el social cristianismo, y lo que nosotros aportamos desde el peronismo, pero todas ellas pudieron convivir y ayudaron a que la organización creciera año a año".
Y terminó Custer su alocución definiendo que "indudablemente CLATE apunta a la solidaridad con el conjunto de la clase trabajadora. Es un laboratorio para soñar y repensar una sociedad diferente, con justicia social y derechos para todos y todas".



Fortalecer cada vez más la CLATE

Por último, habló el secretario general de ATE a nivel nacional, Julio Fuentes, quien celebró la importante ocasión de que ATE sea la entidad anfitriona del XI Congreso de la CLATE. "Un evento donde participarán más de cien congresales representando a 16 países de América Latina y el Caribe". Aclaró que "llegamos a este Congreso con el esfuerzo de todos los compañeros y compañeras de ATE y la CTA".
Fuentes recordó que él había participado por primera vez en un Congreso de CLATE en 1988, cuando se realizó en Buenos Aires, y "desde esta misma sede marchamos a un acto en Plaza de Mayo junto con el resto de los trabajadores, y fuimos reprimidos violentamente por la policía, en lo que se llamó "el jueves negro". En ese Congreso, fue elegido presidente otro hombre de ATE, Víctor de Gennaro, que hoy es diputado nacional.
Luego aclaró que "muchas veces nos dicen que lo internacional no es para nosotros los sindicalistas, y les contestamos que están equivocados quienes piensan eso, ya que el sindicalismo argentino, y los estatales en especial, tenemos mucho que aportar, y por eso estamos jugados en fortalecer la CLATE".
Contó que CLATE "no se mueve como aparato, no tiene recursos económicos ni varias sedes, sino que es una organización que sostiene el gran sueño de la unidad sindical desde la base".
Julio Fuentes expresó que "cuando salimos de nuestro país y nos juntamos con estatales de otros países, nos damos cuenta que tienen las mismas reivindicaciones y producen luchas similares a las que nosotros emprendemos aquí. Por eso, estamos convencidos que CLATE es una herramienta muy útil para que sigamos creciendo colectivamente".
Situado en la actualidad, Fuentes dijo que "superada a partir de nuestra resistencia la nefasta década de los 90, ahora tenemos gobiernos progresistas, que ostensiblemente son mejores que los anteriores, pero a la hora del tratamiento de los problemas de los estatales, no somos para nada bien tratados. Eso ya lo estamos viendo en nuestro país, pero también en el Ecuador donde gobierna Correa, o en Uruguay, con Pepe Mujica". Estos gobiernos "no se dan cuenta que si nos convocaran, los estatales podríamos aportar mucho para que el Estado sea más fuerte y eficiente. Por eso, nos parece paradójico, que en momentos de ofensiva latinoamericanistas, algunos gobiernos que se dicen progresistas no quieran colocar otra vez en la resistencia". Y terminó, afirmando que "la unidad de los trabajadores será posible si existe voluntad política. En ese sentido, estamos empeñados a poner toda nuestra fuerza, desde ATE y su experiencia, para que la CLATE siga convirtiéndose en una fuerza sindical de excelencia".

A pocas horas del comienzo del XI Congreso, el encuentro formativo y de evocación histórica, fue una excelente muestra del espacio de debate y acción organizativa que se desarrollará  en el mismo Anfiteatro de ATE, cuando el miércoles 8 quede inaugurada esta cumbre sindical del continente.

A 30 años del asesinato del líder sindical Tucapel Jiménez Alfaro, cuya trayectoria será homenajeada en el XI Congreso de la CLATE





A 30 años del asesinato del líder sindical Tucapel Jiménez su hijo diputado señala que "aún hay culpables que caminan libres por las calles" 

La muerte del líder sindical fue uno de los crímenes más alevosos registrados en la dictadura. Se trataba de un hombre sencillo pero de gran liderazgo dedicado a defender a los empleados públicos y que cuando intentó agrupar a todos los trabajadores del país vino la orden de asesinarlo por parte de Pinochet. Al cumplirse tres décadas del suceso, su hijo, el diputado del mismo nombre dijo que su familia se siente ?reconciliada con la vida?, pero no entiende que muchos responsables políticos, como el senador Jovino Novoa,(UDI) nunca hayan recibido al menos una dura condena social 


A mediados de los años 80, el país comenzó a vivir una nueva etapa. Hubo un renacer de la libertad y los derechos que hasta el momento habían sido conculcados por la dictadura de Pinochet. De esta manera empezaron las manifestaciones más abiertamente en las calles, mientras representantes de los partidos opositores conformaban el "Grupo de los Diez", con el objetivo de lograr una salida pactada de la Junta Militar. 


Es ahí cuando entra en escena Tucapel Jiménez, entonces presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), que en ese momento intentaba agrupar a los trabajadores públicos en una organización única que, entre otras cosas, llevara adelante un paro nacional. 
El dirigente expresaba los objetivos de dicho movimiento, sumado a la ayuda internacional con la que podía contar para, por ejemplo, apoyar un boicot a los productos locales que eran enviados al extranjero. La idea era no descargar barcos chilenos en puertos foráneos. 


Según consta en los archivos del juez Sergio Muñoz (quien tomó el caso del asesinato de Jiménez como ministro especial), Pinochet tuvo una fuerte reacción ante estos anuncios. De hecho, afirmó que no aceptaría que nadie viniera a "sembrar cizaña" y que para el líder gremial "están abiertas las puertas del exilio". Esto sucedió un par de días antes de su asesinato, a fines de febrero de 1982. 

El abogado defensor de la familia Jiménez Fuentes, Jorge Mario Saavedra, recordó que en esa época "todos sabíamos que a Pinochet lo tenía loco el sindicalista Lech Walesa; que en esa época estaba desestabilizando el régimen socialista en Polonia. Le parecía aterrador que sucediera algo parecido en Chile, y por ahí veía en Tucapel un Walesa. Por eso le tenía tanta fobia". 


Sin embargo, lo que a juicio del profesional fue decisivo para que el gobierno de la época lo sentenciara a muerte, fueron los nexos que estaban excediendo el ámbito de lo sindical para ampliarse a varios otros sectores de la sociedad. 

Como lo establece la investigación judicial, en el "Caso Tucapel" intervinieron varias instituciones del régimen militar y una brigada laboral que funcionaba en la Secretaría Nacional de los Gremios (SNG), órgano que empezó a obtener información especial. 

Esta entidad estaba ligada directamente con la subsecretaría general de Gobierno que dirigía el actual senador de la UDI, Jovino Novoa. Entre esta entidad y la CNI organizaron seguimientos y grabaciones. Reclutaron al junior de su oficina para que les sirviera de "sapo", el cual era hijo de una amiga de la esposa del dirigente. Estaba cesante y Jiménez le había dado trabajo para ayudarlo. 


En una ocasión su hijo, el diputado del mismo nombre, relató que "recibimos amenazas constantes, más o menos desde el 78 al 82. A fines de 1981, él me entregó un cassette y me pidió que lo escucháramos cuando ya no estuviera con nosotros. Nunca pensé que era una despedida. Allí nos habla a todos, como grupo familiar, y luego a cada uno de nosotros. Nos exige que tengamos tranquilidad. Dice que nos va a estar cuidando desde el más allá. Al final, se despide de los trabajadores y de su querida ANEF. Aunque no lo exteriorizaba, estaba más consciente que nadie del peligro". 



El fatídico día 


La mañana del 25 de febrero de 1982, Tucapel Jiménez salió de su casa en su taxi a trabajar como todos los días. Nunca imaginó que el carabinero Luis Pino, casado con una sobrina suya, al abordarlo ese fatídico día lo conduciría a la muerte. Ese era parte del plan que había organizado la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dine) para matarlo. Al momento de detenerse el vehículo, subieron tres sujetos y lo obligaron a dirigirse hacia el camino Renca-Lampa hasta llegar al sector de "El Noviciado". En todo momento fue seguido por dos vehículos que aparentaban ser móviles. 

Una vez estacionado en un lugar aislado, el mayor de Ejército Carlos Herrera Jiménez le disparó cinco veces en la cabeza. Enseguida fue degollado. Cuando encontraron su cuerpo, presentaba tres heridas punzocortantes en la región cervical. Antes de abandonar la zona, los asesinos le robaron el taxímetro, una linterna, un reloj pulsera, una peineta y documentos personales para simular un asalto. 


Hasta ahora se ha establecido que los autores materiales del crimen fueron el citado Carlos Herrera, condenado a cadena perpetua; el suboficial de Ejército Miguel Letelier Verdugo y el suboficial, Manuel Contreras Donaire (indultado por el presidente Ricardo Lagos en 2005). Todos fueron condenados a seis años de presidio mayor en su grado mínimo, sin beneficios. 


Un año después (julio 1983), apareció en Valparaíso el cadáver de un modesto carpintero, Juan Alegría Mundaca, quien dejó una nota inculpándose del crimen del sindicalista. El montaje de este supuesto suicidio fue tan grotesco que no lo creyó nadie. Con los años se pudo determinar que Herrera Jiménez junto a otros militares buscaron alguien a quien culpar, y aprovecharon que Alegría era alcohólico para liquidarlo. En este hecho, el responsable material fue Álvaro Corbalán, integrante de la CNI y mayor de Ejército, que hoy se encuentra condenado a cadena perpetua en Punta Peuco. Desde ese lugar compuso y cantó una canción dedicada a la paz y a la reconciliación... 

Después de 17 años en que la investigación no avanzó en manos del ministro en visita Sergio Valenzuela Patiño (tenía un hijo en la CNI), se logró el nombramiento de Sergio Muñoz, que en tres años de indagaciones dictó sentencia para los asesinos de Jiménez y Alegría. 


Se destaca que Muñoz no trepidó en procesar al general Humberto Gordon, que dirigió la CNI, y fue el brazo derecho de Pinochet, y que le envió un exhorto a Londres a éste último cuando estuvo detenido, para que respondiera algunas preguntas, porque siempre se supuso que la orden de ultimar al presidente de la ANEF vino de Pinochet, aunque eso nunca se pudo probar. 


Tucapel Jiménez


Uno de los asesinos pide perdón 


El 25 de abril de 2001, el mayor Carlos Herrera Jiménez reconoció públicamente el crimen de Tucapel Jiménez y pidió perdón a su familia representada por el hijo, el diputado PPD Tucapel Jiménez Fuentes. 
Herrera, alias "Bocaccio", actualmente detenido en el penal de Punta Peuco, ha solicitado en dos oportunidades el indulto, pero no se le ha concedido. Se comenta en el mundo político, que ningún mandatario se ha atrevido a dárselo, porque sería muy impopular. Sin ir más lejos, el presidente Piñera rechazó la petición de indulto que el reo requirió el año pasado. 
El ex agente de la CNI también en entrevista exclusiva con Cambio21 reiteró sus disculpas por el asesinato del sindicalista y admitió los crímenes que se cometieron durante la dictadura. Posteriormente, declaró que "ciertamente fuimos el brazo armado de la derecha económica. Qué duda cabe". Esto a propósito del homenaje que recibió el brigadier Miguel Krassnoff en el Club Providencia, el cual causó una gran polémica en el gobierno de Piñera debido a la filtración de la invitación al evento. 


Los "responsables políticos" 


Tucapel Jiménez Fuentes es el hijo del líder sindicalista asesinado en 1985. En diálogo con Cambio21, el actual parlamentario por La Cisterna asegura que su familia se ha "reconciliado con la vida" a pesar de que el dolor que ha significado el crimen de su padre aún sigue vigente. 
El congresista aún recuerda que durante 17 años la "justicia se olvidó de nosotros, porque el ministro Valenzuela Patiño nunca quiso investigar, sino que se hizo cómplice del asesinato, aparte porque tenía un hijo en la CNI. Nosotros como familia lo que en definitiva logramos fue la tranquilidad espiritual. Estamos reconciliados con la vida. No hay rencor ni odio alguno. Hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance para que se supiera la verdad y se hiciera justicia. Los asesinos nos causaron un dolor muy grande que hasta el día de hoy permanece en nuestros corazones. Tienen que cumplir las condenas que les dio la justicia, que fueron bajas. Y, claro, al final del día ellos tendrán que responder ante Dios por los actos cometidos acá en la tierra". 


- ¿Se hizo realmente justicia? 


- No, no. Faltó mucho. Después de 20 años sabíamos que era imposible que se conociera el 100% de la verdad y que se hiciera 100% justicia. Por lo tanto, sabemos que quedó una brecha grande de verdad y una deuda grande de justicia. Hicimos lo que se podía y en el proceso está establecido que fue el dictador Pinochet el que dio la orden. Hay efectivos de encubrimiento y actores materiales. Por lo menos estuvieron involucradas unas 80 personas. Los responsables nunca tuvieron ni siquiera el castigo social que cualquier sociedad pudiese dar. Hoy día hay muchas personas que caminan libremente por las calles y que tuvieron responsabilidad política en el asesinato de mi padre. Lamentablemente, acá no se dio como en Argentina, donde al menos hubo castigo social. 


- ¿Quiénes serían los responsables políticos? 


- Jovino Novoa (UDI) fue subsecretario general de Gobierno y de él dependía la Brigada Laboral que dirigía Valericio Orrego, que trabajaba con Álvaro Corbalán, el jefe operativo de la CNI. Ambos eran los encargados del seguimiento de mi padre. Hay muchos que miraron para el cielo y se hicieron los desentendidos de lo que pasaba. Creo que esos personajes no han pagado nada del daño que también hicieron. 


- ¿Es justo que se le otorgue el indulto a Carlos Herrera? 


- Yo soy contrario a los indultos, por naturaleza. Siempre me he opuesto, porque encuentro que cuando se lleva adelante un indulto, en el fondo, lo que se hace es pasar a llevar una decisión de un poder del Estado. Creo que los que cometieron el crimen y las violaciones a los derechos humanos han tenido demasiados beneficios. Nosotros, cuando se realizó todo el proceso, teníamos un abogado que era Jorge Saavedra y de repente los alegatos eran contra 20 abogados, todos pagados por el Ejército y con plata de todos los chilenos. Los procesamientos los cumplían en recintos militares donde entraban y salían cuando querían. Cuando se dictó la condena, a todos se le aplicó la media prescripción, y a la hora de cumplir las condenas, todos se fueron a cárceles de cinco estrellas y con penas bajísimas. Ellos han tenido beneficios que ningún chileno tendría, por ende, creo que con eso ya está bueno. 


- ¿Qué le parece el perdón que pidió Herrera? 


- Fue lo único que aportó; confesó sus crímenes. Sin embargo, fue el que recibió la condena más alta. Eso nos llamó la atención. 


- ¿Ha pensado reunirse con él? 


- No, no. Está descartado. La verdad que no veo para qué, no tiene sentido. Nosotros estamos tranquilos, totalmente reconciliados con la vida y creo que si él quiere confesarse con alguien. ¡No sé! Tendrá que responder a Dios y a su familia sobre lo que hizo, pero no tiene ningún sentido reunirse con él.      
Cadena perpetua a autor de asesinato de Tucapel Jiménez Alfaro

SANTIAGO.- Luego de tres años de investigación, el ministro en visita Sergio Muñoz Gajardo dictó este lunes las sentencias en primera instancia del homicidio de Tucapel Jiménez Alfaro, ocurrido en febrero de 1982.

De acuerdo a la investigación que encabezó el ministro Muñoz, se condenó con la pena más alta al autor confeso del asesinato del líder sindical, mayor del Ejército Carlos Herrera Jiménez, con la pena de presidio perpetuo; a quien le sigue el ex director de la DINE en la fecha del asesinato, general Ramsés Alvarez Sgolia, con 10 años de presidio.

Además se dispuso el decomiso del arma Dan-Wesson, calibre 22, serie 22547 de la Dirección General de Movilización Nacional.

Las penas dadas a conocer este lunes por el ministro en visita son las siguientes: 

EN CALIDAD DE AUTORES:

General Ramsés Alvarez Sgolia: Encabezaba en 1982 la Dirección de Inteligencia del Ejército, DINE. Fue condenado a 10 años de presidio mayor en su grado mínimo, en calidad de autor.

Brigadier Víctor Pinto Pérez: Ex comandante del Cuerpo de Inteligencia del Ejército (CIE). Condenado a 8 años presidio mayor en su grado mínimo.

Teniente coronel Francisco Ferrer Lima: Ex comandante de Contraespionaje del CIE. Condenado a 8 años presidio mayor en su grado mínimo.

Mayor Carlos Herrera Jiménez: Confesó la autoría material del delito. Involucró a Álvarez, Pinto y Ferrer. Condenado a Presidio perpetuo como autor de los delitos de Tucapel Jiménez y Juan Alegría.

Suboficial Manuel Contreras Donaire: Acusado como autor material, fue condenado a 6 años presidio mayor en su grado mínimo, como autor.

Suboficial Miguel Letelier Verdugo: Fue acusado como autor directo del homicidio, en virtud del cual fue condenado a 6 años presidio mayor en su grado mínimo.

EN CALIDAD DE COMPLICES:

Mayor Juan Carlos Arriagada: Supuestamente ligado a la obtención del arma homicida. Condenado a 3 años de presidio menor en su grado medio.

Jorge León Alessandrini: También se le involucra en la obtención del revólver. Condenado a 3 años de presidio menor en su grado medio.

EN CALIDAD DE ENCUBRIDORES:

General Hernán Ramírez Hald: Ex jefe de la sección de Contrainteligencia del CIE. Condenado a 800 días, con pena remitida.

General Hernán Ramírez Rurange. Director de la DINE en 1991. Condenado a 800 días, con pena remitida.

General Fernando Torres Silva. Ex auditor del Ejército. Condenado a 800 días, con pena remitida.

Coronel Enrique Ibarra. Ex funcionario de la Auditoría. Condenado a 541 días y pena remitida como encubridor.

SON ABSUELTOS:

El ex "junior" de la ANEF Julio Olivares Silva. Supuestamente aportó información. Absuelto.

Brigadier Roberto Schmied. Ex jefe metropolitano de la CNI, supuestamente vinculado a la acumulación de información sobre Jiménez. Absuelto.

Capitán de Carabineros Miguel Hernández. Ex jefe de la brigada laboral de la CNI. Absuelto.

Mayor Álvaro Corbalán. Intervino en el crimen del carpintero Juan Alegría, para a encubrir el homicidio de Jiménez. Absuelto.

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