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BOLETÍN LISTA VIOLETA DE ADEMYS - Mayo 2012
Las condiciones laborales de los docentes están fragmentadas. Más de 3500 docentes precarizados para los cuales la Lista Violeta desde un principio y sin vaguedades, apoyo y apoya en forma incondicional exigiendo su incorporación al Estatuto y
Titularización en el mismo acto. Lo mismo ocurrió con los docentes interinos de media y de las Escuelas normales que por responsabilidad del Estado no pudieron concursar. Desde hace años, la Lista Violeta impulso la titularización de los mismos. Y
seguiremos reclamando por la titularización de los docentes terciarios que hace años se ven impedidos de concursar.
Las medidas del Macrismo como la derogación de las funciones de las juntas de clasificación, la intención de implementar la evaluación docente ligada al salario, como así también el aumento del subsidio a la escuela privada mientras cierra cursos en la Escuela Pública, se inscriben en una política educativa a favor de los intereses de mercado. Este reconocimiento del marco político tiene un impacto determinante a la hora de definir los planes de lucha, las estrategias de construcción sindical y las propuestas alternativas para el movimiento de los trabajadores. ¿Con quien nos enfrentamos? ¿Cuáles son los intereses de clase en disputa? son algunos de los interrogantes necesarios en el momento de decidir las acciones a desarrollar en un conflicto.
Consideramos a la educación y a nuestro trabajo en el aula como un espacio de formación de identidades individuales y colectivas, donde se construye un conocimiento en el cual la democracia y lo igualitario confrontarán permanentemente con lo autoritario y lo jerárquico. Por lo tanto el trabajo docente no reconoce neutralidades.
La complicidad del resto de las organizaciones sindicales docentes de la Ciudad con los diferentes Gobiernos de turno se sustentaron en discursos que licuaban el contenido estratégico de la lucha cotidiana habilitando desde esta forma sus
continuas subordinaciones al Estado. Discursos que terminaron en la entrega de los reclamos docentes a cambio de algunas comisiones de servicio o cursos/carreras.
Desde la Lista Violeta queremos reafirmar nuestra convicción que el trabajo docente esta permanentemente interpelado por la política.
La democracia sindical
Por un lado el continuo crecimiento de Ademys de los últimos 10 años, expresado por ejemplo en el aumento permanente de nuestros votos en las elecciones de junta, y por el otro, los niveles de conflictividad con el Macrismo, han desafiado a nuestro sindicato en la búsqueda de más y mejores niveles de representatividad al momento de tomar decisiones.
Un primer análisis de la realidad de la Ciudad nos señala la existencia de 17 sindicatos, varios de ellos sin representación real, sobre una población docente, en el sistema publico, de 47 mil docentes y de aproximadamente 20 mil en el sistema privado.
La mayoría de los docentes de ambos sistemas se encuentra por fuera de los sindicatos. Frente a esta fragmentación, la Lista Violeta impulso desde el año 2003 asambleas abiertas, asambleas con mandatos por escuela, asambleas por escuelas, por
distritos, plenarios y en las diversas formas territoriales que se expresen, como metodología democrática para posibilitar la unidad de los docentes. Unidad imprescindible para el logro de nuestros reclamos gremiales y la defensa de la Escuela pública.
Como un aporte sobre la mejor y más democrática forma de representación ante la toma de decisiones, la Lista Violeta propone y generará un amplio debate.
Propuestas:
1- Asambleas abiertas con mandato por escuelas: reservadas para la toma de decisiones ante un plan de lucha. Establecer un quórum mínimo de mandatos, de firmas en los mandatos y de docentes presentes para su funcionamiento. Proponemos que sean resolutivas si se alcanza el quórum previamente acordado. Si no tienen quórum sus decisiones serán propositivas al sindicato, quién resolverá mediante sus órganos estatutarios.
2- Fomentar la implementación de un cuerpo de delegados: Este permitirá un debate franco entre trabajadores en su propio ámbito de trabajo, espacio central si pretendemos constituirnos en un sindicato verdaderamente representativo y democrático. Asimismo, un cuerpo de delegados podrá ponderar posicionamientos de sus compañeros, debatir propuestas y apoyar en la organización de las mismas.
3- Asambleas de afiliados para tomar decisiones concernientes a acciones, políticas y organización del propio sindicato.
El desafío es garantizar la salud democrática y representativa de estas instancias de participación de la base docente, lograr mayores niveles de masividad para lo cual se hace necesario evitar que las mismas se transformen en espacios de maniobras de cualquier parcialidad corporativa o partidaria.
La entidad política de los sindicatos
La lucha por la Autonomía Sindical frente al Estado, la Patronal y los Partidos Políticos debe constituirse en un objetivo estratégico para el Movimiento Obrero.
Consideramos que la recomposición de los trabajadores para superar el estado de situación actual exige de una alternativa política de masas, de la construcción de un movimiento de transformación que instale la cuestión del poder popular en los espacios de la vida cotidiana. En este proceso reconocemos el rol de los partidos políticos, pero también necesitamos de las organizaciones sindicales y territoriales dotadas de entidad política, es por esto que sostenemos la necesidad del reconocimiento político de estas entidades.
La idea de algunas organizaciones de que el Partido debe estar por encima del sindicato en la construcción de conciencia revolucionaria ha quedado desvirtuada por la propia historia, que se ha encargado de demostrar que la autonomía de los sindicatos frente a los partidos políticos, el estado y la patronal se constituyen en el mejor aporte a la profundización y garantía del proceso de transformación social.
La lucha contra la burocracia sindical es también el enfrentamiento contra la subordinación al Estado, la patronal y los partidos políticos. Subordinación que hace entendible la traición de las conducciones burocráticas.
Sindicalismo de Clase para la Liberación Nacional y Social con un horizonte socialista o sindicalismo de conciliación, corporativo y tributario del sistema capitalista.
Esta lucha presente a lo largo de la historia del movimiento obrero, en el mundo de hoy tiene por delante un desafío concreto para los trabajadores: mantener la autonomía, primer y estratégico paso para profundizar la democracia sindical, atributos fundamentales para constituirnos como sujetos políticos colectivos en lucha por la emancipación social.
La Lista Violeta y la CTA
La participación de la Lista Violeta en la CTA reconoce un mandato histórico de Ademys y de nuestra propio agrupamiento, que a inicios de la década del 90 se constituyó en una entidad fundacional de la Central. La Lista Violeta ha entendido y
entiende que la CTA reconoce en su constitución la nueva realidad del movimiento obrero, que no solo se expresa a través de las organizaciones sindicales, también se expresa en los trabajadores desocupados, en las organizaciones barriales,
culturales, en los pueblos originarios, en las federaciones estudiantiles y en diversas expresiones del campo popular. Diversidad que se integra en la centralidad de los trabajadores y su enfrentamiento contra el capital.
Los compañeros de la Lista Violeta, en defensa de la autonomía de la Central, nos sumamos a la Lista 1 e impulsamos la candidatura de Pablo Micheli: la posterior fractura de la Central expresó a las claras la subordinación de Yasky al gobierno nacional, quien lo sostiene a través de los fallos del Ministerio de Trabajo con mandato “prorrogado” a pesar de su derrota en las urnas. La presencia de la CTA en las calles luchando por el salario, contra la flexibilización laboral, por el 82 por ciento móvil para nuestros jubilados, contra la ley antiterrorista y la contracara de Yasky, limitado a salir en fotos y actos de gobierno, son muestras contundentes para marcar las diferencias de proyecto en cuanto a que modelo sindical se pretende construir.
La CTA la construimos los trabajadores, seremos nosotros los que le daremos un rumbo u otro, este es el desafío que tomamos, así como hace varios años nos propusimos construir una alternativa sindical docente en la ciudad de Buenos Aires desde Ademys y muchos dudaban que era posible, hoy nadie pone en duda de que estamos entre los dos sindicatos mas importantes de Capital y con reconocimiento a nivel nacional.
Los compañeros de la Lista Violeta han construido históricamente la CTA en espacios de unidad y disputa y seguiremos construyendo una CTA más democrática y más participativa.
Por una nueva Federación Docente Nacional
El desarrollo de las luchas en ocasiones reconoce la institucionalidad sindical existente; en otras, cuando esa institucionalidad impide el desarrollo de las nuevas experiencias que surgen desde abajo, las mismas se fracturan o se abren pasos a nuevas organizaciones.
Desde Ademys entendemos que el proceso de burocratización de la CTERA ha expulsado y sigue expulsando masivas franjas de docentes en todo el país. Las luchas del movimiento docente no encuentran canales de articulación nacional y quedan aisladas en cada provincia y por lo tanto, derrotadas con la complicidad de la burocracia celeste.
Por estas razones, en el Congreso Federal de la CTA realizado en Mar del Plata en el 2010, la lista Violeta propuso la construcción de una Federación Docente Nacional que levante y exprese el mandato político y pedagógico fundacional de la CTERA para articular las luchas docentes de todo el país en una senda democrática para el cambio social igualitario. La propuesta, que abarca por ahora a los sindicatos que están por fuera de otras federaciones, fue aprobada por el Congreso y ratificada en un plenario docente de febrero de este año. La experiencia de la fragmentación nacional del gremio docente y su correlato negativo para la lucha marcan la urgencia de la decisión.
Para debatir éstos y otros temas te invitamos:
Plenario abierto de la Lista Violeta de Ademys
Sábado 9 de junio - 14 hs. - CTA Capital - Independencia 766
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