lunes, 28 de mayo de 2012

AUMENTOS BAJOS, DOCENTES AÚN MAS BAJOS.


Actualidad de las negociaciones salariales

1. AntecedentesDiversos factores confluyeron para que este año haya sido, hasta ahora, uno de los más complejos en la negociación salarial.
Desde el año 2006 la dinámica de la renovación anual de los acuerdos salariales ha sido bastante similar. En todos los años el Gobierno Nacional promovió cierta negociación coordinada, en la cual impulsaba un porcentual de actualización de los salarios, que entre marzo y abril era receptado por las principales organizaciones sindicales, y luego se proyectaba a las restantes actividades.
Esta coordinación fue relativamente exitosa en los años 2006 y 2007, cuando la gran mayoría de las negociaciones salariales cerró acuerdos en torno a dicho porcentual. Por el contrario, a partir del año 2008 se experimentó una mayor fragmentación de los aumentos salariales, y la resultante de la negociación salarial comenzó a depender menos de la cercanía con el gobierno, y más de la situación económica de cada sector, y de las características de la estructura sindical respectiva.

2. La negociación salarial en el 2012Este año la negociación salarial viene un tanto rezagada. En efecto, a fines de abril tan solo un puñado de actividades había firmado acuerdos salariales. Los principales acuerdos suscriptos hasta entonces fueron los correspondientes a los trabajadores de la educación, tanto a nivel inicial y medio como universitario. En el primer caso, a nivel nacional no existió un acuerdo en la paritaria docente, y el Gobierno Nacional impuso un incremento del 19,7% en el salario mínimo garantizado, y luego en varias provincias se establecieron acuerdos que rondaron entre el 20 y 22%. Por su parte, las federaciones de docentes universitarios (con la excepción de CONADU Histórica) recientemente aceptaron un aumento salarial en cuotas del 20,5%, que se incrementa en 1% / 2% por una modificación en el nomenclador salarial.
En el sector privado el acuerdo salarial más relevante firmado hasta el mes de abril había sido el correspondiente a los trabajadores del transporte automotor de pasajeros, que estableció una suma de $ 1.000 para el conductor de corta y media distancia, suma que será abonada con fondos de la Secretaría de Transporte de la Nación. Esta suma significa, para el salario inicial, un incremento del 17,3%, porcentual que se reduce a medida que los trabajadores devengan un mayor salario por la incidencia de la antigüedad.
En el mes de mayo el primer acuerdo salarial fue el correspondiente a los trabajadores de la administración pública nacional, firmado solamente por UPCN, que estableció un incremento del 21% en dos cuotas.
Finalmente, en el sector privado recientemente se han celebrado los siguientes acuerdos salariales:
• Industria metalúrgica: incremento del 23% a partir de abril, más una suma de $ 1.100 en dos cuotas en los meses de noviembre y enero. Se establece un salario mínimo garantizado para la actividad de $ 4.000.
• Industria maderera: incremento del 25,5% (10% a partir de abril, 8% a partir de agosto y 7,5% a partir de diciembre)
• Bancarios: 24,5% (19,5% retroactivo a enero y 5% a partir de abril). Se establece un salario mínimo garantizado para la actividad de $ 7.220.
• Comercio: 24% (19% a partir de mayo y 5% a partir de octubre). De esta manera, el salario inicial de la actividad será de $ 5.100. Este acuerdo todavía se encuentra pendiente de ratificación
La pauta de incremento salarial en el sector privado parece haberse instalado en torno al 24% anual. Este porcentaje es similar a la inflación registrada de un año a esta parte, medida según los índices de nueve institutos provinciales de estadística (IPC 9), por lo que, en el mejor de los casos, los aumentos negociados hasta hoy no hacen más que mantener el poder adquisitivo del salario que se deteriora, mes a mes, por el impacto de la inflación.
Por el contrario, en el reciente acuerdo salarial correspondiente a los trabajadores del subte, se pactó hasta el mes de agosto una suma fija no remunerativa de entre $ 900 y $ 1.200 según la categoría, que sobre los básicos de la actividad representa poco menos del 15% (aunque el incremento es menor en aquellos trabajadores que cuentan con más antigüedad).
Por otra parte, la falta de actualización del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias (cuarta categoría) y de los topes para percibir las asignaciones familiares, provoca que muchos de los trabajadores comprendidos en las negociaciones salariales pierdan parte de dicho aumento, ya sea porque deben destinar una parte al pago del impuesto a las ganancias, ya sea porque dejan de percibir parcial o totalmente las asignaciones familiares.
En la actualidad todavía continúan abiertas numerosas negociaciones salariales, y en algunas de ellas se ha dictado la conciliación obligatoria. En términos generales, los reclamos salariales de las organizaciones sindicales se encuentran alrededor del 30% de aumento (alimentación, gastronómicos, gráficos, camioneros), y en algunos casos se ha puesto el acento en obtener un incremento más significativo aún en el mínimo garantizado para la actividad (azucareros).

3. Problemas y desafíos a partir de la actual dinámica de la negociación salarial
En este marco, es necesario plantear un problema que vincula la dinámica de actualización de precios y salarios en los últimos años, con la evolución de las principales variables macroeconómicas. En efecto, desde el año 2007 esta actualización está en torno al 25% anual, lo cual plantea serios interrogantes sobre la sustentabilidad de esta dinámica en el mediano plazo.
Muchas de las dificultades que se plantean en la actualidad en términos macroeconómicos (revaluación del dólar, pérdida de competitividad externa, restricciones a las importaciones, etc) están cruzadas, en parte, por el aumento de los precios internos (incluyendo aquí el precio del salario).
Aquí se encuentra el origen de ciertas apelaciones a las direcciones sindicales para que moderen sus reclamos salariales. Sin embargo, en los últimos años los conflictos salariales han sido en gran medida defensivos, ya que apuntan a evitar una depreciación de los salarios en términos reales. Por el contrario, los temas ausentes en las discusiones salariales son, precisamente, el impacto de la inflación en los salarios de los trabajadores, y las ganancias exorbitantes que han tenido las empresas en nuestro país a lo largo de la última década.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario