Los ministerios de Trabajo y Transporte fijaron un aumento de 23 por ciento, como reclamaba la UTA, pero las cámaras empresariales se negaron a dar ese monto y el gremio alegó que no fue notificado de la medida oficial.
Mario Calegari, vocero de UTA dijo: “Si nos dan el 23% de aumento y quedan sin efecto los despidos y la precarización laboral, claro que vamos a volver a trabajar. Pero que no fueron notificados”.
La Cámara Empresarial de Larga Distancia (CELADI) rechazó por “inviable” el aumento decretado y anticipó que recurrirá la decisión. Gustavo Gaona, vocero de la entidad, manifestó a los medios que: “La resolución del Gobierno no resuelve el conflicto de fondo. Reconocemos el aumento, pero el sector no puede afrontar los costos, que calculamos en 70 millones de pesos mensuales”.
La Nación ratificó la propuesta salarial realizada el pasado 2 de mayo, con un incremento del 18 por ciento no remunerativo de enero a marzo, pagadero en dos cuotas, más el aumento del 23 por ciento del sueldo, remunerativo a partir de abril de 2013 y hasta el 31 de diciembre.
El Gobierno instó a la UTA a dejar sin efecto las medidas de fuerza que inició el pasado jueves y notificó a las cámaras empresarias para que restablezca ‘de inmediato’ las instalaciones y los vehículos que presten servicio.
Los choferes de larga distancia agrupados en la UTA cumplían su tercer día de paro en medio de un fuerte malestar de los pasajeros varados en las principales terminales de ómnibus.
El secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, había advertido en las últimas horas que la medida de fuerza se había agrandado y ratificó un reclamo de aumento salarial en torno al 23 por ciento.
La resolución gubernamental dada a conocer por los ministros de Trabajo, Carlos Tomada; de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; y de Economía, Hernán Lorenzino: “pondrán en marcha mecanismos de asistencia económica y otras medidas regulatorias a las empresas en caso de que exista una caída de la demanda en el sector”.
Los empresarios sostuvieron, que: “de continuar la medida de fuerza a lo largo del fin de semana, los afectados podrían ascender a 300 mil e incluso la paralización de servicios perjudicaría el normal desarrollo de las fechas de fútbol”.
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