jueves, 7 de marzo de 2013

La CGT oficialista suspendió la cumbre que iba a realizar mañana en la sede del gremio La Fraternidad porque los sindicatos que la integran no pudieron llegar a un acuerdo sobre el tono preciso del documento crítico hacia el Gobierno que iban a presentar públicamente.


La CGT oficial suspendió la cumbre de mañana por diferencias sobre el documento

Las diferencias sobre con que intensidad expresar sus reclamos al gobierno llevaron a los líderes de la CGT oficial a suspender el encuentro de mañana. Pese a las intensas negociaciones hoy no pudieron acordar la adhesión  a un documento al que accedió en exclusiva LPO. Las posiciones enfrentadas.


Hoy circuló un borrador por las sedes de los sindicatos que están englobados en la CGT que encabeza el metalúrgico Antonio Caló. Algunos integrantes de esta central consideraron que el documento, al que accedió La Política Online en exclusiva, era muy tibio y no valía la pena hacer semejante movida pública para decir poco y nada.

Los gremialistas no encontraron un punto intermedio entre aquellos que querían un documento con reclamos más explícitas al Gobierno, como era el caso del titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández y entre aquellos que pedían no confrontar con Cristina Kirchner, como Andrés Rodríguez de UPCN y Gerardo Martínez, de la Uocra.

Puntos clave
“Si bien son notorios los avances registrados en la redistribución del ingreso con variadas magnitudes, verificamos, no obstante, la existencia de vastos sectores de trabajadores cuyos salarios, con bajo poder adquisitivo los tornan en ciudadanos socialmente vulnerables”, advierte el segundo punto del boceto.

Luego señala que “Esta situación se agrava por el aumento constante de precios de los productos de primera necesidad y por la falta de servicios públicos eficientes y económicos que sabemos son medios Idóneos para reducir desigualdades y mejorar sustancialmente, la calidad de vida de los usuarios”.

Y a continuación el borrador le dedicaba unas palabras al gobierno, preocupado por lograr subas salariales que no superen el 20%. “El régimen de convenciones colectivas de trabajo debe mantenerse libre, sin condiciones ni limitaciones de ninguna naturaleza, como parte esencial del modelo sindical argentino, para lograr mejores salarios y condiciones laborales, que progresivamente permitan alcanzar el bienestar social anhelado”, reza el tercer punto.

Los otros reclamos incluidos en la declaración trunca son los que comparte con la CGT de Hugo Moyano: restaurar el régimen de asignaciones familiares “en su plenitud”, la exención del impuesto a las ganancias para todos los trabajadores sin excepción, y el manejo de los fondos de las Obras Sociales por parte de los sindicatos, las cuales denuncian que se encuentran “en crisis y ahogadas financieramente”.

De todas formas, aclara que el alza de precios se debe al “capital concentrado”, exculpando así al gobierno de la inflación.

En ese sentido, le da un guiño al congelamiento de precios impulsado por Guillermo Moreno, y propone profundizar la medida aún más. “Se debe ampliar el universo de plazos y condiciones de los controles populares, con la participación institucional en tanto productores y consumidores”, dispara el documento que no llegó a dar la luz.

Además, el borrador se queja porque “hoy se encuentra detenido el proceso de creación permanente de puestos de trabajo”, por lo que le pide al gobierno “políticas activas que estimulen la inversión y el crecimiento del empleo”.

Por último, expresa que la prioridad del estado debe ser “el transporte, la seguridad y la energía”.

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