jueves, 7 de marzo de 2013

En el gobierno miran con preocupación las negociaciones salariales entre la UTA y las grandes empresas de colectivos.


Los colectiveros no logran cerrar la paritaria y se teme un paro

La cúpula de ese sindicato quiere un aumento del 23%, con la posibilidad de volver a negociar si la inflación recrudece. Las compañías del sector y el ministerio de Trabajo se oponen. Y las bases temen que el impuesto a las ganancias reduzca el incremento a un 12%.

La muerte de Hugo Chávez interrumpió las negociaciones que se venían manteniendo entre la UTA, el ministerio de Trabajo y las empresas de colectivos por el tema paritarias.

Las conversaciones venían empantanadas porque el gremio conducido por Roberto Fernández quiere un aumento del 23% retroactivo a enero hasta diciembre, con la posibilidad de reabrir la paritaria a lo largo del año, dependiendo de si la inflación se mantiene estable o se dispara.

Desde ya que el ministerio de Trabajo se opone a este acuerdo. La cartera conducida por Carlos Tomada homologó hace pocos días un incremento salarial del 30% a 18 meses para el gremio de Luz y Fuerza y ese es el ejemplo que quiere para el resto de las organizaciones sindicales.

En diálogo con LPO, Fernández señaló que no era ese el tipo de acuerdo que buscaba para su sindicato. Su propuesta no sólo es rechazada por Tomada sino también por las empresas del sector, que se niegan a revisar las pautas salariales en el transcurso del año.

Lo cierto es que el gobierno está siguiendo el tema con preocupación por la posibilidad de que la paritaria no se cierre y termine derivando en un paro. Además, tal como había anticipado LPO, el oficialismo quiere bajar la inflación fijando pautas salariales que sean de como máximo el 20%. Por eso el congelamiento de precios de Guillermo Moreno fue lanzado en los primeros meses, para así tratar de reducir las demandas salariales.

El problema además es que se trata de las empresas de transporte de colectivos más grandes, que poseen la mayor cantidad de coches, como la línea 60. De no cerrarse un acuerdo el impacto de una medida de fuerza complicaría importantes trastornos en el tránsito que el gobierno quiere evitar a toda costa.

Pero hay otro punto que también está complicando el escenario de los colectiveros. Al parecer, las bases rechazan el acuerdo por el 23% porque el impuesto a las ganancias termina reduciendo ese porcentaje a un incremento de solamente el 12%. Las grandes jugadoras del sector son las que mejores sueldos pagan y por eso el impacto de este tributo es clave a la hora de hacer las negociaciones.

En ese sentido, Fernández aclaró que su puesto excedía la posibilidad de modificar las escalas del impuesto a las ganancias, sino que es una cuestión que deberá resolverse entre todos los sindicatos implicados y el gobierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario