La empresa es la que decide extender el conflicto.

LEAR

(AW) Tras ocho meses de medidas de fuerza, una nueva sentencia judicial dejó sin efecto las suspensiones aplicadas por la multinacional y ordenó el ingreso de los trabajadores de Lear a sus puestos de trabajo. En caso de que no se les permita la entrada, volverán a tomar medidas de lucha. Luego de que la empresa Lear suspendiera a los trabajadores como una forma de burlar el fallo judicial que obliga a reinstalarlos, el jueves 22 el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N.° 56, a cargo del Dr. Alejandro Sudera, adhiriendo al dictamen del fiscal Alejandro Perugini determinó que las suspensiones que dispuso la empresa el lunes pasado son “una excusa para evitar el cumplimiento real y efectivo de la orden judicial” y ordenó a Lear dar “ocupación efectiva” y “en sus puestos de trabajo” a los trabajadores reinstalados por la sentencia de la Sala X de Cámara de Apelaciones del Trabajo. La empresa fue notificada hoy mismo, por lo cual los trabajadores se harán presentes el viernes 23 en la fábrica a las 6 de la mañana, su horario de trabajo habitual. Este nuevo fallo obliga una vez más al Ministerio de Trabajo a ejecutar el ingreso de los trabajadores si la empresa no acata la orden. Por todo esto, no existe ninguna justificación legal para incumplir este fallo o intentar nuevas interpretaciones forzosas para evadir la justicia. Todo incumplimiento será un alzamiento contra la Justicia. Por esto, en caso de no ser permitida su entrada en el día de mañana, los trabajadores volverán a tomar medidas de lucha el mismo viernes como las que se llevaron adelante en estos últimos días, porque no se puede permitir que una transnacional estadounidense y el propio Gobierno incumplan con los fallos judiciales y se alcen contra la Justicia. Toda medida de fuerza que genere molestias a la población no tiene más responsables que la propia empresa y el Ministerio de Trabajo, que por el fallo está obligado a garantizar el ingreso de los trabajadores para poner fin a este conflicto de ocho meses.