En un comunicado, el SOMU sostuvo que "tras diversos encuentros en el Ministerio de Trabajo de la Nación, las partes no lograron sellar un entendimiento en los últimos meses del año 2012. La causa fundamental fue la ausencia y falta de interés en resolver este conflicto de parte del gerente de la asociación que nuclea a las embarcaciones, Mariano Retrivi".
Por esta situación, el propio el secretario general del gremio, Rubén Magno, había alertado a principios de noviembre que, de no mediar un acuerdo con la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, el paro volvería a instrumentarse en enero.
Las diferencias entre el sindicato y los armadores giran en torno a la actualización del convenio colectivo de trabajo 335/01.
Los empresarios piden avanzar en el diálogo pero sin modificar el esquema de liquidación -a la parte-, tal como pretende el SOMU con la quita del 19 por ciento que se descuenta al trabajador en el gasto general de la liquidación.
Los titulares de las embarcaciones señalan que ofician de barreras la suba de costos y el comparativo estancamiento de precios que sufre el pescado para avanzar hacia el cambio del status quo.
Al mismo tiempo, los armadores se comprometieron a entregar facturas en forma mensual para respaldar las operaciones declaradas.
La propuesta no encontró eco entre los representantes gremiales, quienes insistieron en darle intervención a otros órganos del Estado, la AFIP, entre ellos, para garantizar la transparencia del sistema.
En este marco de desacuerdo, el Ministerio de Trabajo fijó una nueva audiencia para el 21 de noviembre. Allí tampoco hubo acuerdo y todo se trasladó hasta principios de 2013.
Por ello, este miércoles los marineros definieron un paro por tiempo indeterminado de toda la flota fresquera amarilla ante la postura inflexible de Retrivi y todos los empresarios del sector.
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