Paro nacional en versión troska.

Claudio Dellecarbonara, miembro del Secretariado Ejecutivo del Sindicato del Subte y dirigente del PTS en el Frente de Izquierda, se refirió al próximo paro convocado para el 9 de junio y aseguró que "las demandas del paro son justas, pero las cúpulas sindicales convocantes quieren que sea un paro dominguero: no quieren que se exprese toda la fuerza de la clase obrera, que es la única que puede con su lucha conquistar las demandas. Por eso desde la izquierda y el sindicalismo combativo queremos que este paro se transforme en un paro activo y proponemos hacer asambleas para debatir los reclamos y cómo intervenir. Vamos a poner toda nuestra fuerza también en las calles, siendo parte activa en los piquetes que servirán para garantizar el paro. Y para que miles de trabajadores que no tienen representación gremial, que quieren sumarse a la medida, pero que si faltan son despedidos, puedan adherir”. Además, las comisiones internas combativas de la Zona Norte del Gran Buenos Aires junto con los luchadores de Lear, las gráficas ex-Donnelley y WorldColor, entre otras, están deliberando en asambleas para garantizar el corte en la Panamericana durante la mañana del 9. También se anunciarán piquetes en los principales accesos a la Capital Federal.

Dellecarbonara agregó a continuación: “A los trabajadores nos sobran los motivos para ir al paro nacional, que no puede ser solo por el impuesto al salario, que es una demanda justa que afecta a miles y miles de trabajadores, sino que también debe ser contra los techos a las paritarias y todos los reclamos de los trabajadores, como la lucha contra la precarización laboral y el trabajo no registrado, que afecta principalmente al 50 % de los trabajadores que gana menos de $ 5.500. También por el apoyo a todas las luchas en curso, como la de los gráficos de Worldcolor contra una multinacional norteamericana que quiere dejar a 280 familias en la calle”.

Recordó también que “la huelga general aceitera, que tras 25 días de paro y bloqueos consiguió romper el techo salarial del gobierno, es un ejemplo para todos”, y concluyó: “Seguimos exigiendo que la medida del 9 sea parte de un plan de lucha continuo hasta que conquistemos nuestros reclamos. Por eso vamos a intervenir de forma independiente de las centrales convocantes”.

“La precarización laboral es la verdadera grieta”.

El precandidato a vicepresidente de la Nación por la UCR, Lucas Llach, advirtió que la precarización laboral producto del trabajo informal y el desempleo “es una de las principales fracturas de la sociedad argentina”.

En el marco del programa Juntos en Blanco, Ernesto Sanz busca “unir a los argentinos en la dignidad de un trabajo formal” que propone premiar la contratación formal de grupos vulnerables a la precarización.

Llach explicó que “si bien la proporción de trabajo informal se redujo después de 2001, luego se estancó en una cifra cercana al 40 % de la fuerza laboral desde que Cristina Fernández asumió la presidencia. La tasa de empleo, tanto formal como informal, está casi en el mismo nivel que en 2005, en 41,3 %. Se pueden crear las condiciones desde el Estado para facilitar que las empresas que se amplíen contraten a personas que hoy están desempleados o trabajando de manera informal.”

El programa Juntos en Blanco promueve la generación de empleo formal a partir de descuentos a las contribuciones personales y patronales otorgados por el Estado según las vulnerabilidades del trabajador. Las personas que no tienen trabajo o que no tienen trabajo formal, sin mucha antigüedad en el mercado de trabajo, mayores de 55, con más de dos años sin empleo y jóvenes que quieren trabajar y aún no consiguieron su primer trabajo podrán calcular los descuentos de manera fácil a través de internet.

“Lo que nosotros proponemos es darle a los trabajadores informales el derecho a ser contratados con descuentos de hasta 100 % y poder acceder a una obra social, una jubilación y a todos los beneficios derivados de trabajar en el mercado formal. Esto no representaría ningún costo fiscal: la porción subsidiada de aportes y contribuciones sería solamente sobre empleos formales que no existían o que no eran formales antes de la reforma. De hecho, puede aumentar la recaudación de contribuciones personales y patronales por los trabajadores que se integran al sistema”, remarcó el compañero de fórmula de Sanz.

Llach recordó que, según datos oficiales del censo 2010 y de la Organización Internacional del Trabajo publicados en 2013, la informalidad laboral es del 44 %y afecta a 38 % de los trabajadores asalariados (73,5% del total de los ocupados); 58 % de los trabajadores independientes (patrones y cuentapropistas, quienes representan al 24,7 % de los ocupados) y 100 % de los trabajadores familiares sin remuneración.

“Se puede mejorar la calidad de vida de los trabajadores de manera rápido. Hace falta inteligencia, eficacia y voluntad, características que hasta el momento el Gobierno no ha demostrado”, concluyó.

900 dirigentes y delegados sindicales de la izquierda y el clasismo.

Convocados por la Seccional San Fernando del Sutna (Neumáticos) se reunieron en el Auditorio Mayor de la Facultad de Sociales de la UBA, más de 900 dirigentes y delegados sindicales de la izquierda y el clasismo que consideraron el apoyo a las luchas obreras en curso y el programa y la participación en el paro nacional del próximo 9 de junio.

Entre las resoluciones centrales figuran el apoyo a todas las huelgas en curso a partir del balance del papel jugado en el apoyo a la huelga general aceitera, lucha considerada clave para el rompimiento de los topes paritarios del gobierno kirchnerista. En segundo lugar se resolvió redoblar la lucha en los sindicatos de todas las centrales para que los objetivos del paro y su modalidad sean discutidos en asambleas fabriles y plenarios de delegados con mandato.

Entre los objetivos se discutió el apoyo al planteo aceitero de salario mínimo equivalente a la canasta familiar, las paritarias sin techo y el rechazo a la no homologación y conciliaciones del gobierno, la anulación del impuesto a las ganancias sobre los salarios de convenio, la ocupación de toda fábrica que cierre y la prohibición de despidos y suspensiones, el pase a planta permanente de precarizados y el 82% a los jubilados.

Néstor Pitrola, presente en el plenario declaró: “El alcance del triunfo aceitero es enorme porque rompió los techos, colocó en la agenda el salario mínimo equivalente a la canasta familiar y rescató el método de la huelga general de los trabajadores organizada a través de asambleas obreras. Es un gran golpe a la política de ajuste del gobierno y a las burocracias sindicales oficiales y opositoras empeñadas en la articulación política con los candidatos del futuro ajuste, los Scioli, Macri o Massa”.